Betina Ullúa y Leonardo Funes, están casados desde hace 17 años, tienen una hija de 10 y son fabricantes de escobillones y cepillos desde hace 2 años. Ellos son emprendedores y trabajan en familia.
Tienen una historia de vida atravesada por el esfuerzo, el amor, las ganas de crecer y los desafíos que enfrentan cada día por su condición de ciegos.
Pluma Amione fue quien les propuso y enseñó esta actividad. Él lo sintió como un desafío, porque le gusta la integración. Comenzó hace 30 años a hacer docencia, prácticamente Ad Honorem. Su primera Escuela fue la Nº 2, luego estuvo en el Taller Protegido, donde hay un aula taller y por último me fueron a buscar de la Escuela Nº 45.
Ellos están agradecidos por la oportunidad de aprender y de trabajar, pero sobre todo porque se sienten entendidos, acompañados y lograron un vínculo cercano y de mucha confianza que les permite transitar con humor todas las situaciones.
¿Cómo se llama el emprendimiento y qué fabrican?
Se llama Mirá ¡que Escobas! y fabricamos cepillos y escobas. Elegimos ese nombre, como un juego de palabras, que nos representa con humor como dos personas ciegas.
Nosotros somos padres de Luciana que hoy tiene 10 años y en el 2022 fuimos a una reunión de padres a la Escuela Nº 45, esa tarde el Pluma estaba dando clases y se acercó a nosotros para preguntarnos si queríamos saber cómo era el proceso para hacer escobillones. Le dijimos que sí y a partir de ese momento nos enseñó la técnica y así empezamos.
Pluma ¿qué te llevó a enseñarles? ¿Qué viste en ellos?
Para mi fue un desafío. Trabajo y me gusta mucho el tema de la inclusión. Ese día los vi en la Escuela, tuve la aprobación de la Directora y así empezaron. Cuando vi que lo podían lograr y estaban haciendo escobas, se me caían las lágrimas de emoción, no podía creer lo rápido que aprendieron y lo que en cierta medida había logrado, era un objetivo que se estaba cumpliendo.
¿Cómo aprendieron la técnica?
Fue muy rápido. Hay que destacar la responsabilidad de los alumnos les enseñaron, siempre uno de los chicos se sentaba adelante de ellos para trabajar y ese alumno era el responsable de guiarlos a Betina y a Leo, de chequear si estaban desarrollando la técnica correctamente, por eso tuvieron una integración maravillosa y lograron ser un equipo de trabajo. Los alumnos los incorporaron y los ayudaron en todo.
¿Cuál es el público al que apuntan?
A todas las personas y familias. Pero nos gustaría vender nuestros productos a gimnasios, comercios, áreas municipales como el Hospital y Desarrollo Social, porque tenemos escobillones grandes de 80 cm de ancho, tienen 150 agujeros que se van cosiendo con alambre, están hechos con cerdas naturales que no rayan el piso y los fabricamos especialmente para lugares grandes.
¿Qué productos tienen a la venta?
Tenemos diferentes clases de cepillos:
Los que se utilizan para lavar zapatillas: son más chicos, cortos y duros.
Para lustrar zapatillas de cuero y zapatos: tienen cerdas naturales, más suaves.
Para lavar autos: fibra de pita que no raya porque se moja y se ablanda.
Escobas tradicionales: elaboradas de plástico y de madera.
Cepillos grandes de 80 cm de ancho.
¿Qué recursos utilizan para la fabricación?
Plantillas de plástico y el pvc ondulado, que es lo que se utiliza para hacer los cepillos, palos, alambre para poder coserlo y cerda natural animal que se saca de la cola de los caballos y es más difícil de trabajar.
¿Cuáles fueron y son sus objetivos?
Primero pensamos en armar el taller, porque el primer material que recibimos fue una donación que llegó desde Buenos Aires y en casa no teníamos lugar para guardar esa cantidad de materia prima.
Hoy, 2 años después, nuestro mayor anhelo es llegar a todo el público, crecer y ganar dinero, ya que aún no logramos que sea nuestro mayor ingreso.
¿Cuál fue la principal motivación para crear una empresa?
Muy rápidamente nos dimos cuenta que era una actividad viable. El Pluma nos dio la posibilidad y la motivación inicial. Nosotros queríamos y necesitábamos hacer algo más, no solo para ocupar las horas ociosas, sino también para mejorar nuestra economía familiar.
¿Qué tipo de creencias tenían cuando comenzaron?
Pensábamos que era una buena oportunidad, ya que por nuestra condición no tenemos tantas posibilidades.
¿Qué tipo de red social tenían cuándo comenzaron?
Aunque teníamos redes sociales, no las usábamos porque se nos complica para subir las fotos. La mayor publicidad fue de boca en boca, también en alguna radio local y cuando había Ferias de Emprendedores nos avisaban para que participáramos.
¿Cuántas horas, por día y por semana, trabajan?
Betina trabaja por la mañana en la Biblioteca Pública, por eso se dedica durante la tarde al emprendimiento. Leo le dedica 8 horas diarias.
¿Cómo han cambiado sus metas y sus valores desde que empezaron?
Le encontramos un sentido a las horas del día en las que no teníamos otras ocupaciones. En las ferias conocimos a mucha gente, nos hicimos amigos y grandes compañeros. Hasta nuestra hija se integró muy bien al proyecto y nos ayuda.
¿Qué aprendieron?
Además de aprender la técnica artesanal, esta actividad nos permitió conocer distintos lugares.
¿Qué harían de manera diferente si volvieran a empezar?
Nada, estamos conformes y agradecidos con todo lo que nos sucedió desde el comienzo.
¿Qué características personales consideran que fueron especialmente importantes para alcanzar el objetivo?
El trabajo en equipo, la buena onda, la paciencia y las ganas de progresar.
¿Cuáles son los planes para el futuro?
Seguir creciendo, llegar a más clientes para mejorar nuestros ingresos y tener un local de venta más grande (para aumentar el stock) y visible para que todas las personas nos encuentren fácilmente y puedan ver nuestros productos y cómo trabajamos en el taller.
¿Qué consejo le darían a alguien interesado en iniciar un emprendimiento en la actualidad?
Que se animen, que lo intenten sin miedos, eso es lo fundamental.
¿Cómo los contactan para la compra?
Dirección: Castelli 1579
Celular: 3388 465584 / 3388 526728
Facebook: María Betina Ullúa / Leonardo Funes Ig: Mirá ¡que Escobas!
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