Con profunda devoción, la comunidad católica de General Villegas celebró el 138° aniversario del nacimiento del Beato Ceferino Namuncurá a 13 años de la inauguración de la ermita emplazada en Pichincha y Chassaing Sur, un espacio construido en homenaje al primer argentino mapuche reconocido por la Iglesia Católica.
El intendente Gilberto Alegre participó junto a su esposa de la misa presidida por el Presbítero Enzo Daniel Cuellar de la Parroquia Inmaculada Concepción de Ameghino.
Durante la homilía, el padre Cuellar resaltó la figura de Ceferino Namuncurá como un modelo de vida cristiana y un ejemplo de servicio a los demás. Asimismo, destacó la importancia de mantener viva la memoria y el legado, de quien comparó con «Mamá Antula y el curita Brochero», quienes «han traído su bendición a nuestros pagos y esperan de nosotros, que imitemos esos pasos».
Un miembro de la comisión parroquial de Ceferino Namuncurá agradeció la presencia del intendente Alegre y recordó que fue durante su gestión anterior cuando se concretó la construcción de la ermita, un espacio de devoción al Beato Ceferino Namuncurá.
Ceferino Namuncurá, un joven mapuche argentino, fue reconocido por su profunda fe católica. Su corta vida, marcada por la enfermedad y la muerte a temprana edad, no impidió que su figura trascendiera y se convirtiera en un símbolo de unión entre culturas y religiones.
El proceso de beatificación se inició en 1944, pero fue en 1972 cuando fue declarado venerable, un paso previo a la beatificación. Finalmente, el 11 de noviembre de 2007, el Papa Benedicto XVI lo declaró beato, convirtiéndolo en el primer indígena argentino en alcanzar este reconocimiento.
Deja tu comentario